D E M O C R A T O P I A

INTRODUCCIÓN: ESTUDIO DE LA MEMORIA EN AMBIENTES NATURALES

Las investigaciones para descubrir las características, principios y reglas del aprendizaje y la memoria se han basado en resultados de estudios en laboratorio que han utilizado estímulos seleccionados cuidadosamente y condiciones precisas de exposición a los estímulos a participantes con determinadas características. Pero poco sabemos de cómo funciona la memoria en situaciones naturales por la dificultad de control que entraña su estudio. Las líneas de investigación que han estudiado la memoria en situaciones naturales son: 

  • Sobre la memoria autobiográfica que se refiere al estudio de los recuerdos personales de hechos que han ocurrido en nuestra vida personal. 
  • Sobre la memoria de testigos, que tiene un valor práctico y aplicado indudable. La pregunta es sí el testigo tiene un recuerdo preciso del hecho (si su memoria refleja lo que en realidad ocurrió) y qué papel desempeña la interferencia sobre la memoria de testigos. 
  • Sobre las falsas memorias

MEMORIA AUTOBIOGRÁFICA

Es probable que tenga buena memoria autobiográfica como los participantes en el estudio de LePort y cols. (2016). En la memoria autobiográfica están almacenados todos los eventos concretos que han ocurrido a lo largo de su vida y toda la información que está relacionada con su persona. El hecho que la memoria episódica y la memoria semántica estén implicadas en esta memoria personal, la hace sumamente compleja. 

Principales características de la memoria autobiográfica: 

  • Está rodeada de una sensación de implicación personal y de que la persona es la dueña del acontecimiento. Se trata de una memoria de hechos y acontecimientos ocurridos al individuo, teñida por sus emociones y pensamientos. 
  • Los recuerdos autobiográficos suelen ser únicos por tratarse de eventos que se han producido en un momento temporal dado y en un lugar específico. También están implicados conocimientos del mundo como los contenidos en la memoria semántica. 
  • La recuperación de sus contenidos es consciente y voluntaria. Lo que la hace especial es que la persona siente y es consciente de que está rememorando un hecho anterior, ocurrido en un tiempo y espacio determinado. En este sentido no se diferencia de la memoria declarativa, explícita, voluntaria y consciente. Sin embargo, lo que hace tan especial este tipo de memoria es que la persona es consciente de que está rememorando un suceso que ha ocurrido en un momento anterior de su vida. 

Hay personas que tienen una memoria autobiográfica superior. Estas personas pueden recordar con gran precisión detalles de sus experiencias ocurridas incluso hace varias décadas. En un estudio (LePort et al.,2016), comparo la memoria autobiográfica excepcional con la memoria autobiográfica normal (grupo control). Estos investigadores estudiaron la calidad y los detalles recordados por los participantes de ambos grupos de eventos ocurridos 1 semana, 1 mes, 1 año y 10 años antes. Los resultados mostraron que a la semana ambos grupos recordaron un número similar de eventos. Pero, cuando pasaba más tiempo, el grupo con memoria autobiográfica superior mostró mejor recuerdo. Estos resultados sugieren que los individuos con una gran memoria autobiográfica realizan una codificación de la información normal, pero los procesos de consolidación son mejores y producen un recuerdo superior de los eventos autobiográficos que los de la memoria autobiográfica normal (LePort et al.,2016).

Métodos utilizados en el estudio de la memoria autobiográfica

Una dificultad en la investigación de la memoria autobiográfica es que el investigador no puede controlar la situación ni los estímulos (Baddeley, 2009). Esto complica su estudio, sobre todo, en referencia a cómo se adquiere y cómo se produce el olvido en la memoria autobiográfica. Entre las técnicas más frecuentes está la utilización de diarios para registrar los eventos personales, la realización de entrevistas autobiográficas, la técnica de la recuperación con claves, o simplemente pidiendo a las personas que recuerden lo que ha ocurrido en un periodo determinado de su vida. 

Marigold Linton (1975) realizó uno de los primeros estudios publicados de la memoria autobiográfica, fue anotando todos los días durante seis años en unas tarjetas hechos que le ocurrían cada día. Después se examinó a sí misma una vez al mes sobre parte de estos sucesos, comprobando cómo era su memoria posterior sobre estos. Observó que cuanto más frecuentemente ponía a prueba su memoria sobre un determinado evento, mejor lo recordaba. Esto es una prueba más de la importancia del recuerdo espaciado en la recuperación de información a partir de la memoria a largo plazo. 

Linton también calculó el porcentaje de elementos recordados de los 6 años en función de los años transcurridos desde dichos sucesos. Los resultados: la tasa de olvido fue lineal (los acontecimientos que mejor recordó fueron los más próximos en el tiempo y olvidó los más antiguos). Además, los sucesos que más olvidó fueron los que se repetían en el tiempo, porque los recuerdos de estos sucesos se mezclaban en su memoria unos con otros (ej. Reuniones o visitas al dentista…). 

Como el lector habrá podido intuir, un posible problema con este tipo de estudios prospectivos es que sus autores seleccionan consciente o inconscientemente eventos que puedan ser especialmente bien recordados. Esto es lo que ocurrió con el estudio de Linton (1975). El propio procedimiento seguido en el estudio introduce un sesgo en los resultados que no ayudaría a saber cuáles son los elementos que se recuerdan mejor y los que más se olvidan (Bauer, 2007). 

La técnica del diario intenta evitar el problema metodológico que supone la falta de control de la situación experimental. Son estudios intensivos, muy costosos por el esfuerzo y la dedicación que requieren. Registra los episodios ocurridos en su vida en un diario para ver con qué fidelidad los recuerda, permitiendo al investigador disponer de datos objetivos con los que contrastar la calidad y cantidad de los recuerdos autobiográficos. 

EL MÉTODO DEL DIARIO: EL ESTUDIO DE WAGENAAR 

Wagenaar (1986) registró cada día en su diario durante 6 años dos eventos diarios y 4 claves asociadas a cada evento. Estas fueron: 

  • Quién estaba implicado en el recuerdo. 
  • De qué evento se trataba. 
  • Dónde ocurrió. 
  • Cuando ocurrió. 

Además, tres datos más: 

  • La importancia del evento y frecuencia con la que se producía, en una escala de 7 niveles (desde 1 “una vez al día” a 7 “una vez en la vida”). 
  • Grado de implicación emocional en una escala de 5 niveles (desde 1 “nada” a 5 “extrema”). 
  • Agradabilidad en una escala de 7 niveles (desde 1 “extremadamente desagradable” a 7 “extremadamente agradable”). 

Los resultados mostraron que de las cuatro claves, la menos útil fue cuándo, la fecha concreta no le ayudaba recordar el suceso, mientras que las otras tres claves resultaron igual de eficaces. El periodo de retención fue importante, recordó mejor los eventos recuperados durante el primer año. A medida que el periodo de retención fue más largo, la calidad de la memoria autobiográfica disminuyó y a medida que aumentó el número de claves, la memoria mejoraba. 

Discusión. Una crítica a estos resultados es que los acontecimientos que registró cada día eran los más destacados, produciéndose una selección de contenidos. Además, el hecho de anotar para cada evento las cuatro claves, requiere que se realice una codificación profunda y significativa de la información. 

Técnicas retrospectivas. Piden a los sujetos que piensen en una experiencia (muy cercana o muy lejana en el tiempo) que ya ha ocurrido en su vida. Consisten en preguntar por las propiedades fenomenológicas de las imágenes mentales, utilizar el recuerdo libre o la técnica de recuerdo o recuperación con claves. El principal problema es que difícilmente existe un registro objetivo de estos hechos con el que comparar los recuerdos del sujeto. Pero a pesar de esto han proporcionado una valiosa información sobre la memoria autobiográfica (Bauer, 2007). 

El olvido de datos autobiográficos

Un hecho bien fundamentado es que cuanto mayor es el tiempo transcurrido entre la ocurrencia del suceso, su codificación y su recuperación posterior, el recuerdo será peor y se producirá mayor olvido

Cuando se pone a prueba la memoria autobiográfica con pruebas de recuerdo libre, se observa que los recuerdos personales no se distribuyen de manera homogénea a lo largo de los distintos periodos de la vida del individuo. Las personas suelen tener muy pocos recuerdos de los primeros años de su vida. Este hecho se conoce como amnesia infantil (Nelson, 1989). Aunque apenas se recuerdan hechos ocurridos durante los cinco primeros años, muchas personas recuerdan unos cuantos episodios breves que han ocurrido durante el tercer o cuarto año, o incluso antes. Estos recuerdos carecen de contexto espacial o temporal, son como sucesos aislados que carecen de continuidad y que no vienen acompañados de recuerdos anteriores o posteriores a ese acontecimiento recordado. Si en algo se caracterizan estos recuerdos infantiles es que contienen muy poca información. Se tratan más bien de breves fragmentos de memoria recuperados mediante algunas imágenes mentales que tienen, por lo general, un contenido emocional (Howes, 2007). Existe mucha evidencia que sugiere que al final del segundo año de vida, algunos niños son capaces de recordar ciertos fragmentos de recuerdos personales. Esta habilidad está relacionada con la posibilidad o no de utilizar el lenguaje para comunicar los recuerdos. 

Se han propuesto dos teorías para explicar por qué se produce la amnesia infantil y cómo se desarrolla la memoria autobiográfica en niños. La primera está relacionada con el desarrollo del “yo cognitivo” (Howe y Courage, 1997); los niños solo pueden construir su memoria autobiográfica cuando se haya desarrollado el “yo cognitivo”, porque solo a partir de ese momento se pueden organizar los acontecimientos que les suceden (se desarrolla al final del segundo año, cuando el niño se reconoce en el espejo). Se cree que la amnesia de los primeros años de la vida se debe a que el niño no trae a su memoria esos contenidos personales. La segunda teoría lo explica basándose en factores socioculturales (Fivush y Nelson, 2004); el lenguaje y la cultura desempeñan un papel primordial en la aparición de la memoria autobiográfica. El lenguaje es tan importante para esta memoria porque los niños lo utilizan para hablar de sus recuerdos. Para apoyar esta teoría hay estudios que han mostrado que los hijos cuyas madres hablan con ellos cuando están realizando una actividad y finalizada continúan hablando de ella, tienen más memoria autobiográfica que los hijos de madres que no hablan con ellos libremente. Estas teorías no tienen que ser excluyentes, porque tanto la aparición del lenguaje como el ambiente sociocultural y el autorreconocimiento influyen en la aparición de la memoria autobiográfica, pero el hecho de que exista una asociación entre estos factores y el nacimiento de la memoria en el niño no significa que una cosa sea la causa de la otra Baddeley (2009).

Los resultados de varios estudios sobre los recuerdos autobiográficos que tienen de su infancia personas de diferentes edades. En el estudio participaron 3 grupos de 20 años, 35 años y 70 años a los que se les pidió que recordaran un suceso autobiográfico de los primeros 8 años de la vida cuando se presentaron una serie de palabras que sirvieron como señal. El número de recuerdos fue similar en los tres grupos (apenas tienen recuerdos de los tres primeros años, pero el número de recuerdos va aumentando hasta los 7-8 años).

Los resultados obtenidos a partir de varios estudios realizados sobre la memoria autobiográfica con personas de 70 años indican que la memoria autobiográfica varía en los distintos periodos de la vida. Los adultos experimentan un aumento de recuerdos autobiográficos entre los 20 y 30 años. A partir de esa edad, el número de recuerdos desciende de forma que a los 40 vuelve a ser similar a la que se tiene a los 10 años. Además, los recuerdos autobiográficos más abundantes de la segunda y tercera década de la vida se producen cuando las personas rememoran hechos felices e importantes que ha ocurrido en su vida. Sin embargo, como puede apreciarse en la Figura 6.6, este efecto no se produce cuando se pide que recuerden acontecimiento s personales tristes o negativos (Rubín y Berntsen, 2003). 

Bauer (2015) ha explicado la escasez de recuerdos infantiles mediante la complementariedad de procesos, esta propuesta tiene en cuenta el desarrollo temprano y gradual de la habilidad para formar, retener y recuperar recuerdos sobre eventos autobiográficos relevantes y la ocurrencia de una tasa acelerada de olvido en la niñez en relación con la edad adulta. Según esta propuesta, la mejor memoria autobiográfica del adulto se logra porque

  • Mejora la calidad de las trazas de memoria, porque se va añadiendo más cantidad de rasgos autobiográficos, mejor elaborados. 
  • La vulnerabilidad de las trazas de memoria disminuye como resultado de procesos neurales, cognitivos y mnemónicos, reduciendo así la tasa de olvido.

Memoria autobiográfica y cerebro

A la neurociencia cognitiva le interesa cuáles son las áreas cerebrales implicadas en la memoria autobiográfica. Estudios con personas que tienen lesionadas las áreas posteriores de la corteza cerebral implicadas en la visión han mostrado que, suelen tener poca memoria autobiográfica. (Greenberg y Rubin, 2003) Esto sugiere que la posibilidad de utilizar imágenes visuales parece importante para desarrollar este tipo de memoria. 

Algunos estudios con imágenes cerebrales apoyan la idea de que es posible distinguir la memoria semántica y la memoria episódica dentro de la memoria autobiográfica. En otro estudio se pidió a los participantes que generaran palabras clave para 50 recuerdos autobiográficos (Greenberg, Rice, Cooper, Cabeza, Rubín y LaBar, 2005). Después, en el escáner, los investigadores presentaron a cada participante las 50 palabras y éstos tenían que apretar un botón cuando recuperaran el recuerdo personal relevante asociado a cada palabra clave. La activación cerebral registrada mientras los participantes realizaban una tarea autobiográfica, se comparó con la activación producida durante la realización de otra tarea de memoria semántica (responder ante una serie de palabras pertenecientes a varias categorías). Los resultados mostraron que mientras la tarea de recuperación semántica producía activación cerebral de la región frontal izquierda, la tarea autobiográfica activaba la amígdala, el hipocampo del que depende la memoria episódica y el giro frontal.

En otro estudio se registraron imágenes de resonancia magnética para estudiar los correlatos neurales de la memoria autobiográfica en niños (entre 8 y 11 años) y en adultos (entre 19 y 30 años). Los resultados mostraron que niños y adultos mostraron más activación con la recuperación autobiográfica en el hipocampo y las cortezas prefrontal, cingulado posterior y parietal. Sin embargo, los adultos mostraron mayor activación en el hipocampo y las cortezas prefrontal y parietal (Bauer, Pathman. Inman, Campanella, y Hamann, 2017). 

Memorias fotográficas

Brown y Kulik (1977) utilizaron el término “memorias flashbulb” para referirse a memorias que preservan el conocimiento de un evento igual que una fotografía preserva los detalles de una determinada escena (la fotografía es una analogía). Estos autores estudiaron esta memoria a partir de 9 eventos sorprendentes (muertes de presidentes, asesinatos…). Los resultados mostraron que para que se formara la memoria fotográfica, la noticia tenía que ser sorprendente y debía tener consecuencias personales para el individuo. 

Las memorias fotográficas se caracterizan por: 

  • Ser muy duraderas, altamente precisas, concretas y muy vivas. 
  • Se refieren a una circunstancia personal que rodea al descubrimiento de eventos de naturaleza emocional y personalmente importantes para el sujeto. 
  • Es un tipo de memoria que se almacena en la memoria autobiográfica de una persona en un momento dado y se retiene a veces durante toda la vida con una calidad casi fotográfica. 
  • La curva del olvido en este tipo de recuerdos está menos influida por el paso del tiempo que otras memorias. 
  • Suelen estar asociadas con acontecimientos históricos o autobiográficos importantes que tienen una fuerte carga emocional o con hechos dramáticos. 
  • Componente de activación emocional. Son las emociones provocadas por el evento en cuestión las que aumentan la capacidad de recordar minuciosamente los detalles. 
  • Se trata de memorias tan vivas que su recuerdo es como revivir de nuevo el evento. 
  • Hechos traumáticos para la persona pueden provocar recuerdos vivos y persistentes que se repiten, hasta poder causar estrés postraumático. 
  • Este tipo de memorias pueden facilitar procesos culturales como la identidad generacional. Conway (1995) ha señalado la necesidad de que los objetivos y los planes deberían tener mayor importancia y deberían ser un componente central de estas memorias. De este modo, las memorias fotográficas son para Conway, registros de momentos en los que los planes personalmente importantes requieren revisión urgente. 

MEMORIA DE TESTIGOS: LOS ESTUDIOS DE LOFTUS Y LA HIPÓTESIS RECONSTRUCTIVA

Según Elizabeth Loftus, la memoria de testigos es la evidencia más peligrosa que puede utilizarse en un juicio. Aunque no se tienen estadísticas fiables de las acusaciones erróneas, se sabe que el número es grande. Sus experimentos muestran como cosas que nos dicen pueden modificar nuestra memoria. Ideas, acontecimientos y otras informaciones que se ha producido después del hecho, con frecuencia se incorpora a la memoria, ocasionando un cambio en la recuperación de los hechos por parte del testigo. La memoria es moldeable y se puede influir en los recuerdos. Uno de los temas más estudiados en el campo de la memoria de testigos es si sus respuestas durante los interrogatorios pueden dejarse influir por la forma de formular las preguntas. 

ESTUDIO SOBRE LA RECONSTRUCCIÓN DE UN ACCIDENTE DE CIRCULACIÓN (Loftus-Palmer, 1974) 

Introducción. Parece que los seres humanos intentamos ajustar los acontecimientos pasados en nuestras representaciones del mundo, haciendo la memoria más coherente de forma que tenga sentido para nosotros. El estudio de Loftus y Palmer tuvo como principal objetivo investigar cómo la información proporcionada después de haber sucedido un determinado hecho influye en la memoria de los testigos que lo han presenciado. Se trata de un estudio de laboratorio. La variable independiente fue el «verbo» utilizado mientras que la variable dependiente fue la «velocidad estimada» por los participantes en el estudio. 

Procedimiento. Los participantes en este estudio fueron 45 estudiantes a los que les mostraron 7 videos cortos extraídos de películas de seguridad vial utilizadas para entrenamiento. Después de la presentación tenían que describir el accidente que acababan de presenciar. Hubo cinco condiciones experimentales con 9 participantes. La VI fue el verbo utilizado (forma de formular las preguntas) y la VD la velocidad estimada por los participantes. Las condiciones fueron: 

  • ¿Cómo iban de rápido los coches cuando se empotraron
  • ¿Cómo iban de rápido los coches cuando colisionaron
  • ¿Cómo iban de rápido los coches cuando se golpearon
  • ¿Cómo iban de rápido los coches cuando se tocaron
  • ¿Cómo iban de rápido los coches cuando se rozaron

Resultados. Muestran que la forma de formular la pregunta influyó en la velocidad estimada. Cuando se empleó una palabra fuerte (empotrarse), los participantes estimaron que la velocidad de los coches era más rápida que cuando se formuló la pregunta con “rozarse”. 

Explicación de los resultados. 

  • • Podrían deberse a la distorsión producida en la memoria del participante por la etiqueta verbal utilizada para caracterizar la intensidad de la colisión. 
  • • Podrían deberse a factores relacionados con el sesgo de repuesta, el participante no está seguro de la velocidad exacta y lo que hace es ajustar su estimación con las expectativas de quien hace la pregunta. 

Valoración: Puntos fuertes y débiles. 

El estudio tiene muchos puntos fuertes. Los experimentadores controlaron las variables, pudiendo aislar la VI para observar sus efectos en otra VD. Controlaron la edad de los participantes, los videos que mostraron y las preguntas a las que tenían que responder. Lo único que cambio fueron las palabras precisas que emplearon. Además, el orden de presentación de los videos fue aleatorio. 

Una posible limitación es que no se trata de una situación de la vida real, porque el estudio se realizó de forma diferente a como la gente es testigo de un accidente. Los participantes no formaron parte del evento y no se implicaron personalmente en él. Esto hace difícil poder generalizar los resultados fuera del laboratorio (problema de validez ecológica). Otro problema es que utilizaron estudiantes como sujetos experimentales y pueden diferir de la gente normal que pudiera haber presentado esta situación. 

Una semana después, Loftus y Palmer llamaron a los participantes y les formularon la siguiente pregunta: ¿Vio usted algún cristal roto? Aunque en los videos no se veía ningún cristal, el 32% de la condición del verbo empotrar respondieron haber visto cristales rotos frente al 14% de los preguntados con golpear. Estos resultados sugieren que la memoria humana es frágil y puede dejarse influir por acontecimientos ocurridos después del evento presenciado. El simple cambio del verbo utilizado en la formulación de la pregunta puede influir en los resultados de las estimaciones sobre un suceso. Los resultados de éste y de otros estudios que han replicado resultados similares indican que la información presentada entre la ocurrencia de un evento y el testimonio prestado posteriormente sobre el evento (por ejemplo, durante la declaración como testigo en un juicio o la realización de la prueba de memoria) puede influir y modificar el testimonio prestado (o la actuación en la prueba de memoria). Este es un ejemplo de interferencia retroactiva. 

Un estudio más reciente ha mostrado la influencia de la interferencia proactiva en el recuerdo posterior (Lindsay, Allen, Chan y Dahl, 2004). Un grupo de participantes presenciaron un video de un robo en un museo. Antes los investigadores leyeron a un grupo una historia sobre un robo en un palacio y al otro grupo una historia que no tenía nada que ver con un robo. Los resultados mostraron que los testigos del video expuestos a la historia similar (robo en palacio) cometieron más errores cuando les pidieron que recordaran la información del video que los expuestos a temática diferente. Estos resultados sugieren que las experiencias previas de los testigos de un determinado acontecimiento pueden influir y distorsionar las respuestas de los testigos. 

Efectos de la interferencia y la hipótesis reconstructiva. Según Loftus y Palmer (1974), la información que sigue al accidente altera la huella de memoria. La transferencia producida por la pregunta que siguió a la presentación del video produjo un cambio en la memoria del observador acerca del suceso observado. Para explicar estos resultados, Loftus propuso la hipótesis reconstructiva. Según esta hipótesis, la información aportada después de una experiencia puede sustituir los contenidos de la huella de memoria original. La memoria no almacenaría, por tanto, acontecimientos y hechos de modo permanente. Si los almacenara, no se producirían los resultados obtenidos en sus experimentos. La razón para que esto ocurra se debe a que en la memoria de las personas que son testigos de un hecho complejo está formada por dos tipos de información, la obtenida en el momento en que presencian el acontecimiento y la que se les proporciona después del acontecimiento del que han sido testigos. Estas dos fuentes de información se integran ele forma que la persona puede no ser capaz de recordar los detalles del hecho. 

Otros investigadores han sugerido que lo que ocurre es que los testigos se dejan influir por las sugerencias de la persona que realiza el interrogatorio. Los trabajos de Loftus han hecho pensar a jueces y jurados sobre la necesidad de no basar exclusivamente sus decisiones, en el testimonio de los testigos. También han puesto de manifiesto la necesidad de que la policía o abogados hagan el menor número posible de preguntas que sugieran a los testigos la respuesta que están esperando. 

Conclusión. Se ha encontrado que con frecuencia se puede inducir a los testigos a responder e informar con respuestas poco precisas, a veces equivocadas, sobre el suceso objeto de interrogatorio y sobre el que tienen que prestar testimonio (Greene, 1992). A veces, la memoria sobre un determinado hecho es frágil y la información aportada en ocasiones por los testigos no se corresponde con el hecho real porque sus testimonios no son totalmente fiables. 

La memoria de testigos en la investigación de acciones criminales. Las falsas memorias pueden crearse en el laboratorio y pueden ser el resultado de un problema de deseabilidad social, los testigos puede que recuerden el evento porque creen que el experimentador (o una jueza) está esperando esa respuesta. También puede ser que crean que “saben” que ocurrió en vez de basarse en lo que “recuerdan” sobre lo que ocurrió. En cualquier caso, la memoria puede resentirse debido a la sugestión que puede proceder de diferentes fuentes. 

Existen numerosos resultados que sugieren que personas sometidas a interrogatorios en los que se deslizan sugerencias más o menos explícitas, sobre todo si proviene de una fuente autorizada, pueden distorsionar sus recuerdos (Tsai, Loftus y Polage, 2000). La situación más efectiva para que se produzcan falsas memorias es aquella en la que se proporciona al testigo una razón para pensar que el acontecimiento criminal ha sucedido realmente y recibe presiones en repetidas ocasiones en diferentes interrogatorios para que pueda pensar que el recuerdo es el correcto. 

FALSAS MEMORIAS

El termino falsas memorias se refieren a casos o circunstancias en las que estamos seguros de poseer recuerdos veraces sobre ciertos eventos que en realidad no nos han ocurrido o nunca se han producido realmente. Las falsas memorias son importantes desde el punto de vista teórico porque son una muestra de que los recuerdos de la memoria no son una copia literal del pasado, sino que dependen de procesos constructivos que pueden estar llenos de errores, imprecisiones, distorsiones e incluso ilusiones (Schacter, Norman y Koutstaal, 2000). El interés en su estudio y los aspectos constructivos del recuerdo ha surgido por las controversias sobre la sugestibilidad de la memoria infantil. 

Lo importante de las falsas memorias es que se trata de una característica del recuerdo normal más que del recuerdo patológico (Brainerd y Reyna, 2005). 

Uno de los ejemplos más estudiados sobre el falso reconocimiento surgió a partir de los estudios de Elizabeth Loftus y sus colegas sobre los efectos de las sugerencias erróneas proporcionadas tras el evento. Según ella, la información sugerida por el experimentador reemplazaba el evento presentado inicialmente. Estudios más recientes sugieren que el falso reconocimiento obtenido con el paradigma de la información equivocada se debe a confusiones ocurridas en el seguimiento de la fuente. La persona no puede recuperar información sobre si la información sugerida fue presentada inicialmente en el video o si ocurrió únicamente en la narración posterior (Zaragoza y Lane, 1994). 

El interés por el fenómeno del falso reconocimiento se debe a la demostración de la existencia de tasas muy elevadas de falsos reconocimientos en un estudio de Roediger y McDermott (1995) realizado con palabras. 

CREANDO FALSAS MEMORIAS: recuerdo de palabras no presentadas en listas (Roediger y McDermott) 

Introducción. Se habla de falsas memorias cuando se recuerdan hechos que nunca ocurrieron, o cuando se recuerdan estos hechos de manera muy diferente a como ocurrieron en realidad. Los participantes estudian listas de 12 palabras (cama, descanso…) asociadas a una palabra no presentada (sueño). Se estudia el falso recuerdo y el falso reconocimiento de palabras críticas (no presentadas previamente) y también la confianza con que los participantes aceptan o rechazan las palabras críticas como perteneciendo a la lista estudiada. 

Participantes. En el estudio participaron 36 voluntarios, estudiantes de Psicología. Los estudiantes escucharon listas de palabras y después tuvieron que realizar una prueba de reconocimiento.

Materiales. Listas de palabras. Por ejemplo: 

  • Doctor: enfermera, enfermo, abogado, medicina, salud, hospital, dentista, médico, paciente, consulta, estetoscopio, cirujano. 
  • Música: nota, sonido, piano, canto, banda, radio, melodía, concierto, instrumento, sinfonía, jazz, orquesta. 

Procedimiento. Antes de escuchar las listas de palabras, se les había informado que iban a realizar una prueba después consistente en escribir las palabras recordadas (primero debían escribir unos cuantos de los últimos elementos de la lista y después escribían en cualquier orden todas las que recordaran). 2. Después de cada lista tenían 2.5 min. para escribirlas y después de la sexta, seguía una conversación de 2-3 minutos. 3. Posteriormente hacían la prueba de reconocimiento se presentaban palabras escritas y debían indicar en una escala de 4 puntos su certeza de que la palabra perteneciera a la lista presentada. 4. Al final se les pidió que levantaran la mano si habían reconocido 6 palabras concretas (estímulos críticos). Ninguna pertenecía a las listas anteriores, pero la mayor parte de los participantes levantaban la mano. 

Resultados. La probabilidad media de recordar palabras estudiadas fue 0,65. Los participantes recordaron la palabra crítica (no estudiada) el 40% de las veces. En el segundo experimento (con listas de 15 palabras) el falso reconocimiento ocurrió el 55% de las veces. Este paradigma también produjo altos niveles de falso reconocimiento para los ítems críticos. La tasa de falso reconocimiento se aproximó a la tasa de aciertos. Además, se hacían generalmente con elevados niveles de confianza en la respuesta. 

Conclusión. Los resultados muestran la existencia de una poderosa ilusión de memoria. Las personas recuerdan eventos que no han ocurrido. 

Los estudios experimentales sobre las falsas memorias han usado diferentes estrategias de verificación tales como la evaluación de la memoria utilizando estímulos controlados específicos, haciendo que los participantes lleven registros precisos de los eventos para probarlos después, o intentando corroborar hechos sobre la memoria a partir de otras fuentes (Tsai, Loftus y Polage, 2000). 

El estudio científico de las falsas memorias ha dado lugar a investigaciones que pueden clasificarse en dos tipos de fenómenos: 

  • Los informes falsos espontáneos. Se deben a mecanismos de distorsión endógenos que forman parte del funcionamiento cotidiano de la memoria. 
  • Los informes falsos implantados. Se deben a una desinformación exógena que se ha proporcionado de manera deliberada o accidental en las memorias de las personas. 

Las características generales de los estudios realizados en este campo son tres: 

  • Los participantes son expuestos a algún elemento que deben recordar. Los estímulos pueden ser palabras, dibujos, frases, historias o películas. 
  • Se interpola tras la presentación de los estímulos una actividad de algún tipo que el participante tiene que realizar. 
  • Los participantes en el estudio tienen que realizar a continuación una prueba de memoria. 

Los experimentos espontáneos sobre falsas memoria han producido tres resultados principales: 

  • Los estímulos “objetivo” son aceptados en mayor proporción que los distractores. 
  • Los distractores con significado consistente se aceptan en mayor proporción que los distractores inconsistentes. 
  • Los distractores inconsistentes se aceptan en mayor proporción que los distractores no relacionados. 

Se dice que existe un efecto de falso reconocimiento cuando las falsas alarmas (respuestas positivas cuando el estímulo proviene del ruido no de la señal) a los distractores que comparten significado exceden las respuestas de línea base (las falsas alarmas a los distractores inconsistentes o no relacionados). 

En estudios sobre implantación, la información engañosa presentada antes de que se ponga a prueba la memoria consiste en realizar sugerencias sobre material no presentado pero relacionado, que está en conflicto con objetivos específicos (por ejemplo, ¿Recuerda que vio la cara del ladrón mientras entraba en Bankia con un arma y apuntaba al cajero?), o que no está en conflicto con objetivos específicos (por ejemplo, ¿Recuerda que el ladrón portaba un arma?). 

Los principales resultados indican que: 

  • Las tasas de acierto son menores para los estímulos-objetivos cuando se presenta información conflictiva que cuando no se presenta este tipo de información. 
  • Las tasas de falsas-alarmas para los distractores son mayores cuando se han presentado como desinformación que cuando no. 

Estos dos resultados se denominan efectos de la desinformación. Sin embargo, el primero se conoce como efectos de la desinformación mientras que y el segundo se denomina elevación de las falsas alarmas. 

RESUMEN

La memoria autobiográfica es un tipo de memoria sobre los recuerdos que tenemos de nuestra historia personal y de nuestras relaciones con el mundo que nos rodea. Es la memoria que tenemos de los eventos que nos han ocurrido a lo largo de nuestra vida y de la información relacionada con esos recuerdos. Se ha comprobado que personas de distintas edades tienen los mismos recuerdos de los primeros 8 años de su vida. La memoria autobiográfica es mejor entre 20. y 30 años. A partir de esa edad, el número de recuerdos personales disminuye. El estudio de la memoria autobiográfica reviste una especial dificultad porque el investigador no puede controlar la situación experimental. Los métodos más utilizados para estudiar este tipo de memoria son: los diarios, para registrar los eventos personales; la entrevista autobiográfica, la técnica de la recuperación con claves, o simplemente, pedir a las personas que recuerden acontecimientos que han sucedido en un determinado periodo de su vida. 

GLOSARIO

Amnesia infantil. Se dice de la falta de recuerdos que tienen las personas sobre hechos ocurridos durante los primeros años de su vida. A los primeros siete años en los que apenas existen recuerdos personales se les ha llamado «agujeros negros de la memoria». 

Estrés postraumático. Es un trastorno psicológico clasificado dentro del grupo de los trastornos de que se produce por la exposición a un acontecimiento traumático que conlleva daño físico. El factor estresante puede ser la muerte de alguna persona cercana, alguna amenaza a la vida de la persona que lo sufre o a otra persona, un grave daño físico, o algún otro tipo de amenaza de tal intensidad que la persona no puede asimilarlo. Interferencia proactiva. Modificación de la memoria debida al aprendizaje de un material presentado antes del evento crítico. Interferencia retroactiva. Modificación de la memoria debida al aprendizaje de otro material producido durante el periodo de retención. 

Memoria autobiográfica. Memoria de acontecimientos que han ocurrido a la persona a lo largo de su vida relacionados tanto con acontecimientos específicos como a todo tipo de información relacionada con la persona. 

Memoria de testigos. Área de investigación de la memoria en situaciones naturales que estudia la exactitud y los sesgos que se producen en la memoria de las personas que actúan como testigos en los juicios. Es un término legal que constituye un área importante de investigación en psicología cognitiva y de la memoria humana. Esta área de investigación tiene un enorme interés aplicado. 

Olvido. Pérdida de la información contenida en la memoria. Dicha falta de recuperación de información a partir de la memoria puede deberse a que la información ya no existe en el cerebro, a un fallo en el proceso de recuperación o a que la codificación del acontecimiento o suceso en cuestión ha sido deficiente. 

Síndrome de las falsas memorias. Se dice de casos en los que la persona cree estar convencido de que ha ocurrido un hecho que en realidad no se ha producido. 

Técnicas prospectivas. Se dice de las técnicas o métodos utilizados en el estudio de las memorias autobiográficas en los que los sujetos tienen que registrar eventos tal como van ocurriendo a lo largo del tiempo para averiguar posteriormente la memoria que tiene de esos eventos. La técnica del diario es una técnica prospectiva. 

Técnicas retrospectivas. Se dice de las técnicas o métodos utilizados en el estudio de las memorias autobiográficas en las que se pide a las personas que recuperen información sobre acontecimientos que han ocurrido previamente. Ejemplos de este tipo de técnicas son: a) describir y valorar las propiedades de una imagen mental; b) decir o escribir lo que recuerda de su época universitaria; c) decir o pensar en un recuerdo específico asociado con una determinada palabra. 

Trastorno de estrés postraumático. Se trata de un trastorno emocional causado por un hecho traumático que produce ansiedad durante mucho tiempo y viene acompañado de recuerdos muy vivos y persistentes de la situación que ha producido el trastorno. 

REFERENCIAS

  • Resumen ALEJANDRA MENDIETA RADA 
  • Ballesteros Jiménez, S. (2017). Psicología de la memoria humana. Madrid: Universitas. 

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