¿ Te has parado a pensar para qué sirve la representación de estudiantes?
«Los representantes de estudiantes desarrollan en la UNED una función de gran importancia para nuestra Universidad. Los Estatutos de la UNED y el Estatuto del Estudiante Universitario subrayan el carácter democrático de la función de representación y su valor en la vida universitaria. En el caso de la UNED, los órganos colegiados de nuestra Universidad en los que se toman las decisiones de gobierno cuentan con representación estudiantil. Los representantes desarrollan sus funciones en las Facultades y Escuelas, en los Departamentos, en los Centros Asociados y en otras muchas instancias en las que es necesario tener en cuenta las opiniones y sugerencias de los colectivos de estudiantes.
Desde el Vicerrectorado de Estudiantes, Empleo y Cultura, así como desde los Centros Asociados, se facilita esta labor de representación defendiendo sus intereses en las distintas instancias, apoyando sus actividades con recursos económicos y reconociendo su actividad desde el punto de vista académico. Nuestra comunidad universitaria está reforzando la participación de estudiantes en los procesos de decisión que, sin duda, redunda en beneficio de la vida universitaria tanto en las Facultades y Escuelas como en los Centros Asociados».
http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,24508875&_dad=portal&_schema=PORTAL
El reglamento actual que regula la actuación de nuestros representantes es del 7 de diciembre de 2010.
REGLAMENTO-REPRESENTANTES-ESTUDIANTES-UNED
Nuestros representantes son un fiel reflejo de los estudiantes de la UNED, también son un importante engranaje en la maquinaria de la UNED. Básicamente actúan como cortafuegos entre alumnos y los docentes. La cultura organizativa de los representantes es igual de opaca que cualquier otra institución de nuestra universidad, tampoco consta ninguna iniciativa de nuestros representantes con objeto de estimular iniciativas destinadas a organizar y promover actividades y servicios de interés para los estudiantes, sin embargo, hay múltiples evidencias de dejación de sus funciones más elementales, especialmente en el ámbito de la comisión de revisión, donde lo que tendría que ser nuestra voz, la mayoría de las veces es nuestro silencio. En la siguiente página puedes ver un caso real y que lamentablemente es demasiado habitual.
