Resumiendo las distintas revisiones realizadas, puede decirse que los diseños más utilizados en personalidad hasta la fecha son los de naturaleza:
transversal
longitudinal
de laboratorio.
Cuando se quiere analizar cuánto cambia la variable Z (ej.: rendimiento) en función del cambio en las variables W (ej: horas de estudio), X (ej.: autoestima) e Y (ej.: rasgo de ansiedad) se aplica:
el análisis factorial rotado
la ecuación estructural
el análisis de regresión múltiple.
Los procedimientos correlacionales:
garantizan la presencia de relaciones causales entre variables
permiten obtener asociaciones entre variables
implican la manipulación de las variables independientes.
Las variables de personalidad:
pueden llegar a manipularse, en algunos estudios, de forma directa
sólo pueden manipularse por selección
deben estudiarse mediante procedimientos correlacionales para buscar explicaciones causales de la conducta
Realizar taxonomías a partir de perfiles “si…entonces” sirve para ejemplificar:
los diseños idiográficos
los diseños nomotéticos
la utilización de métodos nomotéticos para hacer un estudio idiográfico de la conducta centrado en la persona
Una correlación de 0,90 entre personalidad y edad indicaría que:
la personalidad ha permanecido significativamente estable
la edad es un buen predictor de la personalidad
se ha producido un significativo cambio en personalidad paralelo a la edad
La principal limitación de los estudios transversales para analizar el desarrollo de la personalidad, es que:
sólo permiten la contrastación de pares de rangos de edad
son poco sensibles a los efectos generacionales
no siempre permiten diferenciar los efectos madurativos de la incidencia de factores contextuales generacionales
La correlación relativa a un determinado rasgo de personalidad, obtenida entre las dos series de puntuaciones correspondientes a los dos grupos de gemelos refleja: