El compañerismo es lo mejor de la UNED… y también lo peor

1 Marzo, 2018

El glorioso día 1 de marzo de 2018, se publicó esta magnífica entrada, una obra maestra que combina las microviolencias con algunas reflexiones personales de alto calibre…

El compañerismo en la UNED, ese lugar lleno de adultos maduros y responsables que están cursando su segunda o tercera carrera, es algo que realmente no abunda. Es fascinante cómo en pleno 2018, con la crisis económica ya como un lejano recuerdo, las nuevas generaciones de estudiantes son tan… diferentes. En fin, esta pequeña «incidente» me sorprendió mientras estudiaba psicología del trabajo, una asignatura sencilla y muy recomendable. Ahí aprendimos en detalle sobre el acoso moral y todas sus deliciosas formas de manifestarse. Si tienes conocimientos en psicología de grupos, te será aún más fácil comprender la profunda importancia de cada papel desempeñado en esta obra maestra del absurdo.

En el sagrado grupo de Facebook, nuestra querida Natalia GV fue la primera en intervenir, seguida rápidamente por Cristina Gil Uned, Llanos Merín Uned y un grupo indefinido de personas que decidió unirse a la fiesta. Debo admitir que lograron hacerme sentir bastante mal, así que no tuve más opción que expulsarlas del grupo. Fueron expulsiones más que justificadas, ¡lo juro! Pero oh, las represalias no se hicieron esperar. En menos de una hora, fui expulsado de un montón de grupos de estudio. ¿Quién lo diría? Pero no te preocupes, en ese momento decidí hacer lo correcto en estos casos: recopilar datos, como cualquier buen detective haría.

Y así, la trama se va tejiendo, las intrigas se intensifican y yo me convierto en el Sherlock Holmes de los grupos de estudio. ¿Quiénes son los culpables? ¿Qué oscuros secretos esconden? ¿Hasta dónde llegará esta absurda situación? No lo sé, pero estoy preparado para enfrentar cualquier desafío que se presente en mi camino.

¡Ah, el drama estudiantil! ¡Qué entretenido y surrealista puede llegar a ser! Y aquí estoy yo, en medio de esta comedia tragicómica, listo para seguir adelante y descubrir qué más me depara este emocionante capítulo de mi vida universitaria.

¡Que suene la música dramática y que comience el espectáculo!

Creo que he conseguido es una mínima parte de lo que han publicado en los grupos de facebook, pero suficiente para hacerse una idea, y de paso, para repasar un poco Psicología de los Grupos (podemos emplear la tipología de Benne y Sheats y asignar los roles…).

¿Como se explica lo sucedido?

¿Cómo se puede explicar lo sucedido? ¡Oh, es todo un misterio! Tal vez, solo tal vez, si estas personas realmente querían que se retiraran sus apuntes, podrían haberlo solicitado de manera educada. Pero claro, eso sería demasiado fácil y sencillo.

Podríamos escribir una historia épica y detallada sobre este suceso, explorando todas las posibles teorías. Personalmente, creo que los miembros de ese grupo u organización tienen muy pocas cosas en común, excepto por su aversión hacia Podemos y su aparente desinterés por ejercer su derecho al voto. Parece que su visión de la educación es puramente mercantilista, y consideran la «propiedad» como un valor supremo. No pueden concebir un modelo educativo basado en compartir el conocimiento. En resumen, creo que su objetivo no es tanto eliminar sus apuntes de este espacio, sino más bien eliminar cualquier espacio que cuestione su manera de entender la «educación».

¡Vaya, qué curioso conjunto de coincidencias! ¿Quién lo habría imaginado? Pero, como siempre, todo esto es pura especulación y no podemos estar seguros de nada. ¿Quién sabe qué misterios y conspiraciones se esconden tras el aparente conflicto de los apuntes? Solo el tiempo lo dirá, ¡o tal vez nunca lo sepamos!

¿Se trata de un Grupo Organizado?

¡Oh, el misterioso Grupo Organizado! ¡Qué intrigante suena todo esto! Sin duda, actúan con una coordinación milimétrica y parecen tener una vasta experiencia en el noble arte del acoso moral. Tal vez sean varios grupos, quién sabe, podrían estar en todas partes. ¡Cuidado, el enemigo está entre nosotros!

Pero hablemos de los personajes principales. Tenemos a Cristina Gil Uned, la experta en linchamientos virtuales que se ensaña con sus víctimas. ¡Qué encanto de persona! Y luego está la fascinante Sara Sarita Uned, un perfil falso e intercambiable que utilizan para administrar sus grupos de estudio en Facebook. Me pregunto qué emocionantes aventuras vivirá Sara en su papel de administradora. Seguramente tiene un dossier secreto lleno de misterios y complots.

Y vayamos al meollo del asunto: los apuntes. Parece que estos individuos le dan un valor desmesurado a simples hojas de papel con palabras escritas. ¡Increíble! Deben tener algún tipo de poder mágico que aprueba automáticamente todas las asignaturas. Y lo más curioso es que, al parecer, también compran fidelidades. ¿Quién lo diría? Parece que han encontrado la fórmula perfecta para triunfar en la vida universitaria: vender apuntes y comprar seguidores.

En fin, todo esto es pura especulación y humor sarcástico. No podemos afirmar con certeza la existencia de un Grupo Organizado o sus extrañas motivaciones. Pero, ¿quién necesita la verdad cuando podemos disfrutar de las teorías conspiratorias y el drama estudiantil? ¡Que siga el espectáculo!

¿ Como me he sentido?

Oh, el maravilloso mundo del acoso moral, ¡qué experiencia tan gratificante! Al principio, todo era risas y diversión, pero luego llegaron en manada a mi grupo de administración para insultarme a diestra y siniestra. ¡Qué cálido recibimiento!

Después, para añadir más sal a la herida, fui expulsado de un sinfín de grupos de estudio. Parece que violar las normas de esos grupos no es un problema cuando se trata de castigarme. Ah, qué delicia leer todas las barbaridades que se están publicando sobre mí en todas partes. Es como un picnic de veneno y toxicidad.

Y, por si fuera poco, tuve el placer de recibir una solicitud muy educada y respetuosa de una persona a la que consideraba amiga. Me pidió amablemente (sin dar ninguna explicación, por supuesto) que eliminara los apuntes que ella misma me había autorizado a publicar. ¡Qué emoción! No hay nada como la incomodidad y la confusión para amenizar el día.

En resumen, me siento como en una montaña rusa emocional. Desde la diversión inicial hasta la incomodidad y el malestar, esta experiencia de acoso moral ha sido una verdadera aventura. No hay nada como ser el blanco de la atención negativa de un grupo de individuos coordinados y llenos de amor. ¡Qué privilegio!

¿Acoso moral o ciberbuying?

Ah, el dulce sabor del acoso moral, ¿o debería llamarlo ciberbuying? Parece que estoy disfrutando de una experiencia de lo más completa y versátil. Aunque el tema 8 de Psicología del Trabajo se enfoque en el acoso moral en el ámbito laboral (por cierto, hice la primera PEC de esa asignatura y obtuve un 10, solo para presumir un poco), resulta que también es aplicable a cualquier tipo de acoso. ¡Qué maravilloso! Es como si tuviera un boleto para disfrutar de una atracción de feria que se adapta a cualquier situación.

Una situación de acoso moral puede ocurrir en cualquier lugar, incluso en el ámbito virtual, y yo tengo la «fortuna» de estar viviéndola (y aún no ha terminado). Hay tantas definiciones de acoso moral, pero todas coinciden en la exposición a conductas de violencia psicológica. Y vaya, las acosadoras y acosadores tienen una variedad de comportamientos y estrategias que parecen repetirse en todos los episodios de acoso. Es como si estuvieran siguiendo un manual de instrucciones para acosar.

Para empezar, limitan las posibilidades de comunicación de la víctima. ¡Oh, qué genialidad! Expulsarla de grupos de estudio es la forma perfecta de cerrarle la boca. Luego, vienen los ataques a la reputación. ¡Qué divertido! Ridiculizar a la víctima, difundir rumores, burlarse sin cesar y aislarla estratégicamente. ¡Es como un juego de niños!

Pero no podemos olvidar las agresiones verbales. ¡Qué encanto! Gritos, insultos, críticas constantes y amenazas. Todo esto forma parte del repertorio de los acosadores y acosadoras, que se esfuerzan en hacer de la vida de su víctima un auténtico carnaval de maltrato psicológico.

En fin, podríamos decir que estoy disfrutando de una experiencia de acoso moral de primera categoría, con todos los ingredientes necesarios para una aventura emocionante. ¡Bravo! Aplausos para los acosadores y acosadoras que se esfuerzan tanto en hacer de mi vida virtual un verdadero infierno. ¡Son unos artistas!

¿Qué hacer cuando te conviertes en víctima de acoso moral?

Ah, esa pregunta que todos nos hemos planteado alguna vez en la vida. Bueno, en realidad, no tengo la más mínima idea de qué hacer, pero déjame compartirte mi «brillante» estrategia.

En primer lugar, trato de mantener una distancia psicológica olímpica entre los agresores y yo. No debo permitir que sus comentarios y acciones me afecten, ¿verdad? Es como una especie de juego mental en el que trato de enfocarme en los personajes, en lugar de los mensajes. ¡Ah, qué ingenioso!

Y, por supuesto, no podría olvidar el arma secreta: el sentido del humor. Sí, eso es lo que necesitamos en situaciones de acoso moral, un buen chiste para desarmar a nuestros agresores. ¿Quién dijo que el humor no podía ser terapéutico? Así que, a reírse de las situaciones incómodas y a seguir adelante.

Ah, y no puedo dejar de mencionar mi habilidad de recopilar pruebas. Sí, sí, soy todo un detective privado. Si estás en un grupo de estudio donde se dan este tipo de conductas, por favor, házmelo saber. Necesito agregar más evidencia a mi colección de «Momentos Incómodos: Edición Acoso Moral».

Ah, pero lo más importante de todo, denunciar. Tolerancia cero ante el acoso moral, ¡así es! Levanta la voz, alza la bandera y proclama a los cuatro vientos que no permitirás que te traten como un felpudo. ¡Eso los dejará temblando!

En fin, como puedes ver, mi estrategia para enfrentar el acoso moral es tan clara como un día nublado. Pero hey, al menos tengo una buena dosis de sarcasmo para acompañarme en esta montaña rusa emocional. ¡Buena suerte a todos los que también están lidiando con esto!

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